El campamento contará además con la ayuda de una cocinera, un aguador y un leñador; labores que en la mayoría de veces las realizan esposas e hijos de los mismos chicleros. Cuando se inicia la temporada, los chicleros se dirigen al «monte» (selva) para seleccionar una zona en la que haya tanto cantidad como calidad de zapotes con el fin de obtener el mayor número posible de kilos de resina.