Es muy parecido al del país, pero ahora va enmarcado en una figura azul con la fecha de 1913, las siglas de la RFEF y un balón clásico. En ocasiones, el comprador es plenamente consciente de ello, y simplemente cruza los dedos para que el vecino no descubra que el cocodrilo del Lacoste es bizco. El cuello sería redondo mientras que las rayas laterales se mantendrían iguales que en las otras dos camisetas.