Porque últimamente las camisetas de los clubes de fútbol argentino parecen ya la página del loco que ganó un millón con anuncios. Resulta que el exfutbolista anotó un gol sobre los minutos finales y en medio de la euforia mandó su camiseta a la tribuna, pero el partido continuó, por lo que el uruguayo no tuvo tiempo de ponérsela nuevamente.