Este suceso es conocido como El Maracanazo, muy recordado no solo por el resultado, sino también por el suicidio de muchos de los simpatizantes presentes en el estadio, y por haber sido responsable del cambio de color en la camiseta del equipo – hasta 1952 de color blanco – pasando a ser amarilla a partir de ese año. En 1958, Brasil consiguió su primer título en Copas del Mundo, además de ser un campeón del mundo indiscutible, con un equipo conformado por 22 jugadores brillantes, titulares y suplentes, en cada posición.