Luego de aquella hazaña, el equipo fue diezmado, aunque se mantuvo una regularidad tibia, fundamentada en la continua renovación del plantel a partir de las inferiores, período en que se destaca la aparición en Primera en 1966 de un talentoso volante de contención, muy identificado con el club, José Néstor Pékerman, quien luego se retiraría siendo joven y haría un excelente trabajo en las divisiones inferiores. Ocupa el segundo lugar en la clasificación histórica de la Primera División.