Por eso, nos entristece ver que es percibido como un idioma brusco, cuando es un idioma muy dulce y misterioso, y sus palabras tienen mucho encanto. Viendo sus fotos cabe pensar que, en cierto sentido, Bilbao y París no quedan tan lejos: no en vano, a sus creadoras les gusta identificarse con elementos comunes como la boina: «Hemos querido jugar con esa fusión poco común. A nadie le apetece mudarse en navidades y es por ello que los precios de los alquileres bajan durante este mes (y puedes apretar más a los caseros que, a buen seguro, no podrán colocar su piso).