Ese mismo equipo titular, con eventuales variantes, formaría la base de las siguientes tres conquistas del club, que se dieron en los dos años siguientes. Quizás la única variante fue la irrupción definitiva como titular de uno de los jugadores más talentosos que hayan surgido de su cantera: el Bichi Borghi, que se adueñó de la camiseta 9. Tras el alejamiento de Saporiti de la dirección técnica, se contrató a José Yudica como DT, quien había salido campeón con Quilmes hacía siete años y había conseguido el inmediato ascenso de San Lorenzo tres años atrás.