La casa llena de fruta y espacio, donde tanto espacio parece ser una contradicción con la estrechez de las relaciones digitales. Pienso en las noches en el Bacharach, con Jacques Dutronc, la Hardy y la Marie Laforet. Los hay además, que me parece genial, que aprovechan incluso la indumentaria para enseñar, en todos los sentidos del término. Y que queréis que os diga, quería contribuir, pero no me han dejado.