Según el periódico La Nación, 52.000 aficionados asistieron al juego que terminó con una victoria de la Argentina 2-1, donde el equipo uruguayo abandonó el campo faltando solo cuatro minutos para jugar. El equipo jugó cuatro partidos y permaneció invicto una vez más, derrotando a Paraguay y Brasil dos veces cada uno, incluyendo la victoria 4-1 contra Brasil con un hat-trick de Manuel Seoane.