La idea es cortar la primera capa, hasta la mitad de la profundidad, para que el panel pueda doblarse pero que la mitad inferior siga conectada a la mitad superior. Olvídate de tener montones de camisetas esparcidas por toda tu casa, o de tener que invertir en alquilar un espacio de almacenamiento. Otra forma de reconocer que vender camisetas es rentable es ingresar a la industria con una tienda de camisetas hechas por ti.