Los jugadores, que vestían uniformes nuevos de colores brillantes, camiseta entreno barça se pusieron zapatillas y tacos relucientes que se venden por más de 200 dólares. Cuando comenzó la Copa del Mundo en Catar, millones de fanáticos lucieron camisetas que costaban entre 90 y 150 dólares y que fueron vendidas por Nike y Adidas, el proveedor oficial del torneo de este año. La fábrica en Birmania simboliza la lucha continua de muchos de los 40 millones de trabajadores de la confección en el sur de Asia, que durante mucho tiempo han lidiado con malas condiciones laborales y salarios, italia camiseta y cuyos problemas se han visto exacerbados por la pandemia.